Alemania se convierte en el país más grande con un sistema de regulación de cannabis a nivel nacional, basado en el cultivo doméstico y cooperativo, y la descriminalización de la posesión simple.
El IDPC se unió a organizaciones de 53 países para defender el éxito del modelo cooperativo de cultivo de cannabis, cuya utilidad continúa inspirando cambio en jurisdicciones en todo el mundo.
Los resultados preliminares sugieren un retroceso del abastecimiento ilegal, valoración positiva por la opinión pública y tasas de uso por jóvenes similares a países vecinos.
Nelson y Dumbili presentan un número especial de "Drogas, hábitos y política social", el cual arroja luz sobre los factores sociales y estructurales que impulsan el consumo de opiáceos en el continente, y las repercusiones de las políticas restrictivas.
Ohio se convierte en el vigésimo cuarto estado de EE.UU. que regula legalmente el cannabis, lo que aumenta la presión sobre el gobierno federal para la retirar la sustancia de la lista de sustancias controladas, y descriminalizarla.
La regulación del cannabis en Jamaica debe cambiar de rumbo y de prioridades: de permitir la codicia empresarial y perpetuar la desigualdad racial, a priorizar la equidad social y las reparaciones.
El Centro de Evaluación de Políticas sobre Drogas esboza cómo se puede mejorar la responsabilidad social y las acciones dentro de la legislación canadiense sobre el cannabis, enfatizando la inclusión de personas racializados y géneros infrarrepresentados, la reparación de daños causados por la prohibición del cannabis mediante la reinversión de impuestos, y la amnistía para las condenas anteriores relacionadas con el cannabis.